La Minería y el Desarrollo de su Entorno Territorial

Esta entrada revisa las condiciones por las cuales la minería y el desarrollo territorial se relacionan y da algunas ideas de cómo trabajarlas.

La relación entre la actividad minera y las otras actividades económicas de su entorno territorial

Usualmente en el país las grandes actividades mineras funcionan como especie de enclaves de procesos productivos modernos y altamente eficientes en un entorno de procesos productivos pre-modernos que generan productos de baja competitividad. Comparten entre ambos población, recursos territoriales, infraestructura y equipamiento urbano. Sin embargo que la minería disponga de una mayor eficacia de los factores de producción genera una amplísima brecha económica entre la actividad minera y las actividades de su entorno territorial.

Esta fuerte disparidad genera frecuentes roces entre ambos, roces por la articulación de la población en la minería, por el acceso a los recursos territoriales, por la articulación con las actividades económicas locales y por los efectos ambientales y sociales que genera la actividad minera sobre el territorio. Además, la disparidad de la eficiencia de sus factores de producción (como el trabajo) genera que las condiciones de negociación para articular la actividad minera con las actividades locales (en el caso que se puedan) sean muy desiguales. Por ello, la percepción del impacto que la actividad minera genera en su entorno territorial es mayormente negativa.

Estas dos dinámicas económicas diferentes generan una fuerte separación entre ambas actividades, separación que a su vez también es social y cultural. Con ello la actividad minera difícilmente logra articular su actividad, en el territorio donde se asienta, con las actividades económicas locales cuyas cadenas de valor territoriales poseen un bajo manejo de tecnología, difícil acceso a capital y bienes de capital que mejoren su posición en el mercado.

El ingreso de las familias está fuertemente ligado a las actividades económicas locales, la baja productividad de estas no les permite  aquellas salir de la pobreza. Así mismo, la mezcla de gestión ineficiente y baja capacidad de gasto de los gobiernos locales, no permite que los servicios urbanos se implementen y más aún operen de manera adecuada. Con lo cual la capacidad de las familias para mejorar la eficiencia de su trabajo no despeja y se convierte en un círculo vicioso.

Gestión Pública: políticas territoriales, actos administrativos y ejecución presupuestal

Con una economía local débil los gobiernos locales tienen bajos ingresos y una gestión presupuestalmente frágil, dependen de las transferencias del gobierno central, de donaciones o del canon. Lo cual si bien puede aumentar su gasto de inversiones, no genera un aumento importante en su gasto de operaciones, que justamente sirve para mantener la vida útil de sus inversiones.

La gestión pública o por los gobiernos locales o por la participación de programas del gobierno central, deberá mejorar las condiciones de los servicios públicos que sirven tanto a las familias como a los emprendimientos y actividades económicas. En dicho sentido la inversión y gasto del Estado se debería ejecutar en equipamiento urbano (colegios, postas médicas, centros comunales, centros de abastos, parques y centros de recreación), así como en infraestructura (caminos, energía, saneamiento, comunicaciones); sin embargo los requerimientos de estas inversiones pasan largamente la capacidad de los diversos niveles de gobierno.

Las Municipalidades y los Gobiernos Regionales por su carácter más cercano al poblador y las condiciones de su problemática deberían generar intervenciones con un mayor impacto, la realidad es justamente diferente, el origen de esta brecha radica en las capacidades de estos (y del Estado en su conjunto) para formular políticas públicas adecuadas a cada caso y de ejecutar el gasto correspondiente para implementar dichas políticas. Con lo cual los diferentes niveles del Estado se enfrentan a dos situaciones negativas: los escasos recursos frente a las demandas sociales por inversión en equipamiento e infraestructura y las bajas capacidades para hacer más eficiente la capacidad de gasto que se posee.

En un escenario de pobreza y actividades económicas que están en conflicto por el uso y afectación de los recursos del territorio su capacidad de intervención es, como ya se indicó, limitada.

A modo de conclusión: algunos esbozos de políticas públicas:

El asentamiento de la actividad minera en un entorno territorial con limitaciones de crecimiento económico y baja capacidad de gestión local, generan fuertes roces y desencuentros entre la actividad minera y su entorno socio-económico. Sin embargo la presencia de la actividad minera también puede ser una oportunidad de generar las inversiones necesarias para salir de economías territoriales de supervivencia y entrar en una dinámica de crecimiento, más allá del uso del Canon y la gestión clientelista del gasto de inversión en servicios urbanos.

El fuerte flujo de ingresos a los gobiernos locales y regionales, mediante el canon, es solo temporal por tanto, la inversión que genere debiera impulsar la economía local de tal forma que permita despegar la localidad, eso significa básicamente dos temas: mejora de las capacidades productivas locales y mejores servicios urbanos, es decir: escuelas, centros de salud, saneamiento, energía, comunicación  y caminos. Con ello se podría esperar que las actividades económicas locales den un salto cualitativo lleguen a mejores mercados o incluso puedan articularse a las cadenas logísticas de la misma minería, todo ello debería llevar a mejorar los ingresos de las familias y aumentar sus niveles de bienestar. Sin embargo, entre una gestión local que prioriza otro tipo de proyectos, el marasmo de la administración pública local, regional o nacional para identificar proyectos de inversión y efectivamente invertir, se nos va el alma.

La distancia entre las políticas públicas y los actos administrativos es la distancia de nuestra ineficiencia.

Nota: La imagen corresponde a la ciudad de Cerro de Pasco, derechos de la imagen ©Thomas Van Houtryve

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